viernes, 29 de enero de 2010

"ME VA LA VIDA EN ELLO"

  Hace días que no me apetece mucho escribir, mientras tanto me refugio en la música, esperando que  esta apatía termine de una vez por todas. En realidad no es que no quiera, sino que a veces, me siento extraña escribiendo algunas cosas y prefiero darme una tregua, para asomarme a esta ventanita con un poco más de ánimo.
 
  De todas formas, os sigo leyendo a todos y agradezco vuestros mensajes de apoyo. Es curioso este mundo de los blogs, muchas veces me sorprendo entrando aquí y allá, con un montón de páginas abiertas, descubriendo el día a día de otras personas. Me asombra la cantidad de acontecimientos, de sentimientos, de penas y alegrías que se pueden compartir desde aquí y siempre hay alguien al otro lado, "escuchándote". Yo desde "este lado", tambíen leo y "escucho" y me emociono leyendo algunos post.
 
  Aquí os dejo una de mis canciones favoritas que aunque es de Luis Eduardo Aute, que me gusta, en esta ocasión Silvio Rodriguez, le da su toque, siempre especial para mi.

  ME VA LA VIDA EN ELLO
   

 Cierto que huí de los fastos y los oropeles
y que jamás puse en venta ninguna quimera,
siempre evité ser un súbdito de los laureles
porque vivir era un vértigo y no una carrera.

Pero quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello…
dímelo…
me va la vida en ello.

Cierto que no prescindí de ningún laberinto
que amenazara con un callejón sin salida
ante otro “más de lo mismo” creí en lo distinto
porque vivir era búsqueda y no una guarida.

Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio
quise quemarla deprisa jugando con fuego
y me abrasé defendiendo mi propio criterio
porque vivir era más que unas reglas en juego.





                 UN ABRAZO A TOD@S.

 







    

viernes, 22 de enero de 2010

DÍAS EXTRAÑOS

 La soledad  purifica el aire enrarecido del alma, el silencio y la ausencia son cómplices en días extraños, en esos días en que la razón y el corazón discuten hasta arañarse.

  Me  refugio en mi misma, esperando tener algún día esa paz que otorga el tiempo, dándome, aunque sólo sea una vez , la oportunidad de no herirme más cuando pienso que me he equivocado en muchas cosas en esta vida, que debí decidir estar sola para no herir a nadie más. Me ahoga la angustia del dolor ajeno, de ese dolor que respiro aunque no se pronuncie, pero que adivino en la mirada de quien lo tiene.
 
  Nadie me reprocha nada, nadie me quiere hacer sufrir, pero mi alma percibe sensaciones sin que se tenga que decir ni una sola palabra. Yo sólo quise hacer un camino, lo más derecho posible, pero estaba lleno de curvas y barrancos, me fui cayendo y levantando, recibí golpes y también abrazos, pero lo que más me lastimó fue el daño que pude ocasionar en el camino, daño a mi madre, por todo lo que tuvo que luchar por mi, a mi padre, que también luchó a su forma, a mi hermana del alma que casi fue mi segunda madre por razones obvias. Y daño ahora, a los míos, a los de puertas para dentro, a esa familia que formé libremente.
 
  Mi cuerpo dependió en muchas ocasiones de los demás, pero intenté tejer un mundo interior libre, con sus
descosidos y remiendos, pero mío a fin de cuentas. Siempre fui rebelde y "ante más de lo mismo, creí en lo distinto" y luché por hacer todo aquello que quise y que pude, aunque más lentamente, pero ahora todo es diferente, todo se mueve a mucha velocidad y yo contemplo, con mucha prisa en la mirada, en la mente, con las inquietudes de siempre, con el coraje suficiente para querer luchar, pero con la lentitud que me ofrece mi cuerpo.  Es cierto que lucho a diario por los míos, pero la culpabilidad acecha y siempre pienso que pude hacer más, que tenía que haber estado donde no estuve...Quizá porque a mi la vida me ha engañado y me hizo pensar que yo sería siempre como en aquellos pocos años en los que la enfermedad  se tomó unas pequeñas vacaciones.
  El silencio y la ausencia han vuelto hoy a ser cómplices, pero se han traído a una aliada que, a veces, me consume. Hoy ha venido sigilosamente, insolente e hiriente, la angustia.




  Un abrazo a todos♥



                                                                                              

miércoles, 13 de enero de 2010

TENGO UN POCO DE TODO.

  Aquella mañana, me levanté nerviosa, débil, sin fuerzas, casi no me tenía en pie, pero ya había tomado la decisión, iría costase lo que costase, ya no podía seguir más así, hundida, con un dolor inaguantable por todo el cuerpo, pero también en el alma. Ya no había vuelta atrás, había superado el miedo a ir de nuevo a esa consulta que un día visité  y que sin saber porqué no volví a pisar.
  Tenía cierto temor a que ese médico riguroso, entendido y amable, que me vió unos años atrás, me reprochara no haber ido a su consulta ni una sola vez más, a pesar de decirme que a los quince días me quería ver de nuevo.
  Como era de suponer, un médico tan íntegro, no podía enfadarse con una paciente que llegaba en un estado tan lamentable. Comencé a presentarle ciertas excusas y él me detuvo, diciéndome que me tranquilizara, que empezariamos de nuevo con lo que él tenía registrado en mi historia y con lo que le contara ahora. 
  Poco a poco, casi sin aliento para hablar,  fui relatando cómo era mi vida día a día, si es que a eso se le podía llamar vida, debatiéndome a todas horas entre el dolor, el cansancio extremo y el llanto.
A todo esto había que unirle mis problemas intestinales, de estómago y de vejiga. Toda una amalgama que me había llevado a tomar un sin fin de medicamentos, pautados por los distintos especialistas que me trataban, creyendo cada uno que su especialidad era la única y sin importarle a ninguno lo que el otro colega de profesión me había recomendado tomar. Es curioso como dentro de la clase médica, con sus excepciones, claro está, se olvidan del sentido holístico de la medicina, es decir, de aquello de tratar al paciente de forma integral, teniendo en cuenta que es un todo y respetando su organismo de forma conjunta. De qué me servía a mi tomar ansiolíticos si lo que tenía eran unos dolores insoportables. No digo que no los necesitara, pero no solos sino acompañados de analgésicos para el dolor y más cuando el motivo de mi ansiedad era el estado físico y no al revés como me quería hacer ver un psiquiatra muy prestigioso que me vió. Él estaba convencido de que mis dolores estaban producidos por mi estado nervioso. Siempre ha pasado igual, cuando tus análisis no reflejan grandes cosas y están dentro de la normalidad, es que el dolor o no existe o es que estás deprimida.
  Al final de todo mi relato, el  médico me dijo mire le voy a hacer un gráfico en un folio para explicarle mejor lo que le ocurre. Bueno, antes le diré algo,  yo ya le hablé a usted en su anterior visita de la fibromialgia. Yo asentí y le dije sí pero que no le había dado la suficiente importancia porque mis dolores siempre los había achacado a la polio y me dijo, no, yo conozco a personas que han tenido polio y no están como usted con tantos dolores y tanto cansancio. Además usted también tiene intestino irritable, vejiga irritable o hiperactiva, junto con cistitis intersticial, migrañas... Todo esto y algunas cosas más que ya le iré explicando son síntomas de fibromialgia.
A todo esto yo veía que el reloj pasaba y que este médico no paraba de hablarme y que parecía tener todo el tiempo del mundo y me dijo no se asuste por la hora, estoy acostumbrado a estar con mis pacientes hasta dos horas, a veces. Yo pensaba, ¡ no puede ser que un médico me escuche de esta forma y además  sin poner cara de incredulidad!
  Le voy a hacer el gráfico, me dijo, y entonces fue cuando dibujó en un folio tres círculos entrelazados. En uno ponía fibromialgia, en otro sídrome de fatiga crónica y en el otro sídrome post- polio. Usted tiene sintomas de los tres, me dijo, y sin lugar a dudas lo que está agravando aquí su situación es la polio y su efectos colaterales al pasar los años. Estos tres síndromes comparten síntomas pero no son exactamente iguales, ahora bien cuando se dan en un paciente como usted son muy debilitantes.
  Por si fuera poco, a los pocos meses de tratarme, algo empezó a no ir bien, yo remonté un poco en cuanto al dolor se refiere pero la debilidad persistía y aunque él sabía que la polio sigue estando aquí, prefirió hacerme más pruebas porque empezó a tener sospechas de que mi intestino irritable no se quedaba sólo en eso. 
Efectivamente, una vez más este entrañable médico tenía razón, mis análisis esta vez sí hablaron. Yo tenía déficit de b12 y esto me había ocasionado otro problema que se llama degeneración combinada subaguda de la médula espinal. Total era lo que faltaba para terminarme de machacar, como si no hubiera tenido bastante con lo que la polio hizo en su día y sigue haciendo a día de hoy.
A partir de ese momento una inyección mensual y de por vida de vitamina b12, además de toda la otra medicación para el dolor, el cansancio...
   Por el momento, estoy contenta de haber vuelto a este fabuloso médico porque hoy todavía pienso que si no me hubiera decidido aquel día a visitarle de nuevo no sé qué hubiera podido ocurrir.
Ahora estoy mal, con dolor, cansancio y con muchos problemas para salir a la calle, caminar, atender a los míos... Pero aquí estoy, satisfecha al menos de que mi médico  no sólo me trata sino que además me escucha, me entiende y no piensa que todo está en mi cabeza. Cada día voy asumiendo que ésta es mi nueva etapa en esta vida y que tengo que seguir aprendiendo  a seguir adelante con todo ello, aunque tenga que apoyarme en mi medicación y porqué no decirlo en mi resignación que no es poca, aunque no por ello dejo de enfadarme con la vida de vez en cuando. A fin de cuentas sólo soy una persona.
                                                                                     
                                                                                                            







 

martes, 12 de enero de 2010

SIN PALABRAS




sábado, 9 de enero de 2010

EL MOTOR DE MI VIDA

Las vacaciones se terminan y el lunes habrá que emprender el ritmo diario. Hablar de ritmo en mi caso, puede parecer hasta divertido, si tenemos en cuenta que ritmo lo que se dice ritmo, no es que tenga mucho. Me refiero a que tendremos que volver a lo que ahora nos ha dado por llamar "rutina".
Para mi, no habrá muchos cambios, no voy a hacer cosas muy distintas a las que he hecho en Navidad. Eso sí tendré que madrugar y esto no lo llevo nada bien. Me gusta levantarme a la misma hora que mis hijas para desayunar con ellas, antes de que se vayan a clase. A veces no lo consigo y después no me siento nada bien, "cosas de madre".
Mi querido marido y estupendo compañero, en el sentido más bonito y amplio de la palabra, se levanta un poquito antes que yo y me insiste cada mañana en que duerma un rato más. A veces, mi cuerpo no responde y me quedo ahí acurrucadita, pero con el oído atento a lo que está pasando a esa hora de la mañana, a mi hija mayor que se levanta con sueño, pero sin protestar, a mi hija pequeña que por cosas de la edad, es la más rebelde a la hora de madrugar, a su padre insistiéndole a las dos en que deben desayunar un poco mejor de lo que lo hacen y a mi perro, dando vueltas por todos sitios e impaciente por salir a la calle... Y yo sintiéndome rara al ver que todos están levantados menos yo, pero es que hay mañanas que no puedo moverme.
La mañana que consigo seguir el horario de todos, no porque esté bien, pero sí un poquito mejor, es para mi un logro. ¡Agradecida qué es una!
Cuando se van me quedo tan sola que a veces se me hace difícil seguir, menos mal que mi perro lo sabe y me entiende.
Definitivamente, no me gusta la vuelta, me gusta tener aquí a mis niñas, porque aunque ellas hagan su vida en vacaciones y salgan y entren, me gusta escuchar su voz cuando están en casa, sus conversaciones, su calor. No por ello las coarto, para nada, ellas deben tener su propia vida. Desde que nacieron he tenido en cuenta que no son de mi propiedad y que para que "crezcan" como personas tendrán que ir haciendo su camino. Eso sí, bajo la atenta mirada de su padre y la mía.
A fin de cuentas, cuando llegaron a este mundo se convirtieron en el centro de nuestra vida, en primer lugar por el hecho de ser nuestras niñas y por otro lado, por las dificultades que rodearon el nacimiento de cada una y que ya contaré algún día de estos. Por el momento sólo diré que fueron muy bien recibidas, pero que vinieron con bastantes dificultades. Como siempre mi cuerpo, resentido y castigado, se resistía a tener nueve meses de embarazo "normales". Pero lo importante es que están aquí las dos. Ellas me hacen seguir adelante, resistir en mi lucha diaria, enfrentarme al dolor...
Ellas son EL MOTOR DE MI VIDA.


                                                                              


lunes, 4 de enero de 2010

CUALQUIERA QUE SIENTA

                        
Cualquiera que "sienta" puede entrar, leer, reir, llorar, hablar, escuchar. ESTAR AQUÍ, conmigo y sin mi.

Cualquiera puede ser la persona que entre y quiera contar cómo se sintió ayer, hoy, incluso cómo se sentirá mañana si es que casi lo sabe de antemano, como yo. Yo no sé qué será mañana, pero sí sé cómo será. Podría contar ahora mismo cuáles serán mis movimientos, incluso mis sensaciones, desde el momento en que me levante y me dirija a mi primera y olorosa taza de café. Aunque todavía sea hoy, sé que mañana tendré una revelión de sentimientos encontrados, una lucha por estar con mi cabeza en mis pies, en mi espalda, en... Y con mi corazón al lado de quien deba estar. De todas formas, intentaré que nadie asista a esta batalla, intentaré esconderla detrás de una sonrisa o de una lágrima según corresponda.

Mañana veré a las personas de siempre porque afortunadamente, aún estoy en este lado y esto es lo que cuenta, aunque me dé tropezones pero aquí estoy, viva, insistiéndole cada mañana a mi taza de café que además de despertar mi alma, también despierte mi cuerpo. Pidiéndole a la vida humildad, renunciando al egoísmo en la medida que puedo, pensando que siempre hay que mirar al de atrás, aunque a veces me enfade con el mundo, porque a mi también me gusta mirar hacia delante.
Sintiendo que a pesar de no ser la mejor persona del mundo, ni la más desgraciada, ni el mejor ejemplo para nadie; ya no quiero más "méritos" de esos que concede la poca salud.

Mañana seré la misma persona que hoy, pero llevaré conmigo las vivencias de un día más, que aunque haya sido igual que ayer me ha dado luz, esperanza, unas cuantas lágrimas y alguna que otra carcajada, disfrutando de los míos.

Hoy quiero ser la misma persona que ayer pero un poco más fuerte para poder contar lo que siento desde lo más profundo, no desde el lado oscuro de la amargura, ni desde la orilla de la pena, no es esa mi intención; sino desde mi mundo que no es otro que éste. Quién sabe si mañana la vida y mi muleta, me darán la oportunidad de bailar bajo la lluvia.
                                                                                   
                                                                                                      

viernes, 1 de enero de 2010

EMPEZANDO EL NUEVO AÑO

     Hoy, en este primer día del año 2010, me inicio en esto de compartir con los demás a través de un blog.
     Es mi primera entrada y aún no sé ni siquiera cuál será el nombre definitivo de ésta mi nueva ventana al mundo. Esperaré que en algún momento se haga cargo de esto mi inspiración y me sorprenda con algún nombre de esos que tanto me gustan.
     De momento, hoy estoy pagando algunos de los excesos que cometí anoche, última del año por cierto. Aunque en realidad, mis excesos no son tantos, pero mi cuerpo los acusa como si hubiera hecho una maratón. Sólo acostarme algo más tarde de lo habitual y comer alguna cosilla prohibida. Pero no me arrepiento, de vez en cuando le permito a mi alma que se relacione con el mundo como si nada ocurriera, como si yo habitara en un cuerpo ajeno al cansancio, al dolor... Es como si me negara a que me ganaran la batalla. Mi cabeza desconecta por unas horas del mundo más inmediato. Dejo libre a mi imaginación, a mi mente, aún sabiendo que después tendré que pagar un tributo. Pero, en fin, nada que no se pueda remediar con alguna dosis que otra de "tradonal", otra dosis de paciencia y de descanso extra. Al fin y al cabo, a veces me sorprende "el fantasma" sin haber cometido ninguna locura, pues que más da que yo de vez en cuando lo invoque por hacer lo que realmente quiero, bueno no exactamente lo que quiero, pero dejémoslo en lo políticamente correcto para la ocasión.
     De todas formas, hoy no sólo está alterado mi cuerpo, sino también mi mundillo interior porque a pesar de que se dan muchas cosas por entendidas, soy consciente de la falta de comprensión de algunas personas que sólo me adivinan a medias. No todo el mundo tiene la capacidad para entender que detrás de mi buena cara, hay un mundo trabado, complicado y muy difícil de llevar. Pero no es cuestión de amargarle la vida a los demás y por lo que puedo ver aprendí hace mucho tiempo a fingir, en el mejor sentido de la palabra.
     A veces, cuando menos lo esperas te llegan comentarios que te dañan, aunque no sea esa la intención, te sientes juzgada y parece que eres de otro mundo. Pero lo importante es que las personas que de verdad son para mi imprescindibles, me quieren y me aceptan como soy, con mis debilidades, mis defectos, mis virtudes y mis rarezas.
    El año que acaba de pasar, ha sido un poco travieso, inquieto, algo amenazador, pero a fin de cuentas vivido y vencido. Lo que más deseo es tener la suficiente energía para seguir sobreviviendo... Que mis hijas crezcan felices y que me dé tiempo a disfrutar de sus éxitos y a estar ahí también en sus fracasos... Que el otro puntal de esta casa pase también su mala racha que en realidad también es la mía...No en vano decidí un día vivir a su lado y afrontar lo bueno y lo malo que llegara...Que las personas que no viven conmigo en esta casa pero que son parte de mi vida sigan afrontando con fuerza, como hasta ahora, los golpes que da la vida y que el nuevo año sea un poquito más suave como dice alquien a quien quiero infinitamente.
    
                        FELIZ AÑO DESDE ALMERÍA